Iniciarse en la lectura del Tarot es, para muchas personas, una experiencia ambivalente: sienten una llamada clara hacia las cartas, pero al mismo tiempo aparecen dudas, recelos y preguntas que generan inseguridad. Tal vez te reconozcas en pensamientos como: «¿Y si el Tarot me dice algo que no quiero escuchar?», «¿Y si no tengo suficiente intuición?» o «¿Y si lo hago mal?».
Si es tu caso, no eres una excepción. Es muy frecuente llegar al Tarot con curiosidad, pero también con miedos heredados, ideas distorsionadas o relatos sensacionalistas. Precisamente por eso nace este texto: para ofrecerte una primera aproximación al Tarot desde un lugar sereno, riguroso y respetuoso.
Desde mi experiencia acompañando a estudiantes y consultantes en sus primeras lecturas, observo que gran parte del miedo se disuelve cuando comprendemos que el Tarot no dicta sentencias inevitables, ni “adivina” un destino cerrado. En una perspectiva contemporánea, simbólica y psicológica (inspirada en autores como Jung o Liz Greene) el Tarot se entiende como un lenguaje de imágenes que ayuda a reflexionar, a tomar conciencia de los propios procesos y a tomar decisiones con mayor claridad.

Este artículo pretende ser una guía accesible y cuidada para que puedas acercarte al Tarot sin miedo ni creencias limitantes, y comiences a descubrirlo como lo que realmente puede ser: una herramienta de autoconocimiento, acompañamiento y crecimiento interior.
Una de las ideas que más inquietud genera es pensar que las cartas “dictan” acontecimientos inamovibles. Nada más lejos de una lectura seria.
El Tarot muestra tendencias, dinámicas internas y posibilidades, no sucesos irrevocables. Actúa como un espejo simbólico que ayuda a observar con mayor nitidez el propio estado emocional, el momento vital que se atraviesa y los recursos disponibles para avanzar.
La responsabilidad de elegir siempre reside en la persona que consulta. El Tarot orienta; no impone.
Mitos y creencias limitantes que conviene dejar atrás
El Tarot atrae energías negativas: Un mazo de Tarot es un conjunto de imágenes simbólicas. El valor de una lectura depende de la intención, la ética y la madurez emocional con la que se realiza, no de fuerzas externas.
Solo quienes tienen un «don» especial pueden interpretarlo: Leer Tarot es una disciplina que combina técnica, simbología, intuición y práctica. La intuición se entrena, igual que cualquier otra capacidad humana.
Las cartas pueden anunciar desgracias: Los arcanos no son portadores de fatalismo. Representan experiencias humanas: transformación, cambio, conflicto, descanso, crecimiento. Incluso cartas temidas, como La Torre o La Muerte, describen procesos necesarios de renovación.
Es imprescindible realizar rituales complicados: Los rituales pueden resultar inspiradores, pero no son imprescindibles. Leer Tarot requiere presencia, concentración y respeto, no necesariamente ceremonias elaboradas.
Claves para comenzar con el Tarot sin miedo
- Establecer un vínculo sereno con el mazo. Tener un momento de silencio, respirar o simplemente sostener las cartas basta para crear una conexión personal. Lo esencial es que el Tarot sea un espacio seguro y reflexivo.
- Formular una intención clara. Una frase sencilla, como «Me dispongo a recibir claridad y comprensión», ayuda a centrar la atención y encauzar la lectura.
- Empezar por tiradas sencillas. Una carta diaria o una lectura de tres cartas (situación – energía disponible – consejo) son excelentes ejercicios iniciales para familiarizarse con el lenguaje del mazo.
- Observar antes de memorizar. La simbología (las figuras, los colores, las miradas, los números) aporta información valiosa. La lectura intuitiva nace de la observación atenta, no de la memorización rígida.
- Permitir el aprendizaje progresivo. Nadie domina el Tarot en unas semanas. La práctica constante y la reflexión personal son la base de un progreso sólido.
Algunas ideas prácticas
Es importante que elijas el mazo adecuado. El Rider Waite Smith es especialmente recomendable para iniciarse por su riqueza visual. El Tarot de Marsella, más simbólico y depurado, es ideal si se desea un enfoque más estructural. A mí me gustan mucho los dos.
Cuando empecé a estudiar Tarot, tenía un cuaderno de registro donde anotaba tiradas, impresiones, dudas y descubrimientos. Esto favorece la comprensión progresiva y el desarrollo de la propia mirada simbólica.
Es necesario saber formular buenas preguntas. Las preguntas abiertas favorecen una lectura más reflexiva. Entendemos por preguntas abiertas aquellas que no pueden responderse con un simple sí o no: ¿Qué energía predomina en este momento? ¿Qué necesito comprender sobre esta situación? ¿Qué me ayuda a avanzar?
Por último, empieza realizando lecturas para ti misma antes de hacerlo para otras personas. Así, ganarás confianza y desarrollarás una voz interpretativa personal.
El Tarot no revela algo ajeno a ti: simplemente ilumina lo que ya existe en tu mundo interior. Cada carta abre una puerta hacia mayor conciencia, no hacia el miedo.
¿Te gustaría aprender Tarot de forma seria, ética y acompañada?
Si te has sentido identificada con lo que has leído y deseas iniciar (o consolidar) tu práctica desde una base sólida, puedo acompañarte en ese proceso. En Arcano_10 ofrezco formaciones en Tarot de Marsella y Tarot Rider, estructuradas por niveles y pensadas tanto para quienes empiezan desde cero como para quienes desean profundizar en su interpretación simbólica y psicológica.
Puedes enviarme un mensaje a arcano10tarot@gmail.com y te informaré sobre las próximas ediciones y niveles disponibles, para que encuentres la opción que mejor se adapte a tu momento vital.
Será un placer ayudarte a dar tus primeros pasos (o a seguir avanzando) en el Tarot con rigor, claridad y más confianza.
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