En un tranquilo vecindario a las afueras de Barcelona vivía una joven llamada María. Era una adolescente de 18 años, inteligente y curiosa, con ganas de aprender y «comerse el mundo». Desde temprana edad, había soñado con convertirse en bombera, inspirada por la valentía y el coraje de aquellos que arriesgaban sus vidas para salvar a otros.
Sin embargo, cuando María compartió su sueño con sus amigas del colegio, en lugar de apoyo encontró burlas y desdén. «¡Eso es de chicos!», se rieron ellas, incapaces de comprender la ilusión de su compañera. A pesar de esa falta de apoyo, María estaba decidida a demostrarles que estaba destinada a algo más grande que lo que pudieran decir los estereotipos de género.
En la época del instituto, María se enfrentó a problemas similares cuando expresó su deseo de seguir una carrera como bombera. Sus compañeros de clase la menospreciaban, insistiendo en que las mujeres no pertenecían a ese ámbito de trabajo y que no podría afrontar las dificultades y retos que entrañaba esa profesión. Aunque María era una joven fuerte y se negaba a dejarse intimidar por esos comentarios, en el fondo iban poco a poco minando su autoestima.
Por suerte, María siempre contó con el apoyo de sus padres. Decidida a seguir su pasión, se especializó en Emergencias y Protección Civil, adquiriendo habilidades muy valiosas que la prepararían para enfrentar cualquier reto posterior. Continuó con la formación poniendo todo su empeño, y decidió preparar las oposiciones para acceder al cuerpo de Bomberos y hacer así realidad su sueño.
Un día, después de una clase particularmente difícil en el entrenamiento para mejorar sus marcas en las pruebas físicas, María conoció a Laura, una bombera veterana que había sido invitada para impartir unas clases sobre primeros auxilios y salvamento. En el gremio era conocida por su dedicación y habilidades excepcionales. Laura notó la expresión preocupada en el rostro de María y se acercó a hablar con ella.
«¿Qué te preocupa, María?» preguntó Laura con voz suave pero firme.
María vaciló por un momento, sintiendo el peso de sus dudas y temores. «Me siento fuera de lugar», admitió. «Algunos de mis compañeros no me toman en serio por ser mujer. Siento que no encajo aquí».
Laura empatizó completamente con María. «Entiendo cómo te sientes», dijo. «Yo también he pasado por eso, pero debes recordar que tu género no define tu valía ni tu capacidad. Eres una mujer increíblemente talentosa y capaz, y no debes dejar que nadie te haga sentir lo contrario».
A lo largo de esa semana, Laura se convirtió en una guía indispensable para María, brindándole orientación y apoyo en cada paso del camino. Juntas, practicaron técnicas de rescate y fortalecieron el vínculo que las unía como mentora y aprendiz.
Poco a poco, María comenzó a encontrar su lugar en la academia, ganándose el respeto de sus compañeros por su determinación y buen hacer. Se dio cuenta de que no tenía que conformarse con los estándares establecidos por otros. Podía ser quien quisiera ser.
Con el apoyo de Laura y el de sus padres, y su firme dedicación y esfuerzo, María cumplió su objetivo: supero las exigentes oposiciones y llegó a ser bombera.
Al final, María y Laura se convirtieron en un símbolo vivo de la Emperatriz, encarnando sus características de empoderamiento, comprensión y fuerza femenina. Ambas mujeres demostraron una gran autoconfianza y seguridad en sí mismas, y desafiaron los estereotipos de género. Su historia nos recuerda que la verdadera fuerza reside en la capacidad de confiar en uno mismo y en los demás, y que si ponemos todo nuestro empeño, podemos abrir camino hacia un futuro más igualitario y lleno de posibilidades para todos. ¡Asume la responsabilidad de tu propio bienestar!
«Si dejamos de definirnos por lo que no somos y empezamos a definirnos por lo que somos, todos podremos ser más libres».
Emma Watson
Palabras clave de La Emperatriz
Creatividad, expresión, maternidad, seducción, naturaleza, belleza, inteligencia, vitalidad, dotes de mando, sociabilidad, abundancia, armonía, fertilidad, afecto y amor físicos, productividad, elegancia, sensualidad, empatía.
Ejemplos de combinación con otras cartas
La Emperatriz + La Luna = Utilización de la creatividad y la intuición para tomar decisiones.
10 de oros + La Emperatriz + 7 de oros = Periodo de estabilidad económica que requiere de creatividad y paciencia para asegurar un futuro igual de próspero.
La Emperatriz + 6 de copas = Vivir con plenitud el presente a la vez que aprendemos de experiencias pasadas.
Conexiones: «Man! I Feel Like A Woman» de Shania Twain
Canción que celebra la libertad femenina. Se invita a las mujeres a disfrutar de la vida sin adherirse a los roles de género tradicionales.
A modo de reflexión
¿Cómo te relacionas con la naturaleza?
¿Qué significa para ti el concepto de «fertilidad creativa» y cómo puedes aplicarlo para promover tu crecimiento personal y profesional?
¿Cómo puedes fortalecer tu autoestima en momentos de duda o dificultad?
Para saber más…
Alexa, M.A. (2022). El camino del tarot: un viaje a través de los arcanos mayores. Diana (Planeta)
Crispin, J. (2022). El tarot creativo. Una guía moderna para una vida inspirada. Alpha Decay.
Fiebig, J. y Bürger, E. (2016). Tarot Rider Waite. Guía definitiva. Arkano Books.
Tort, Mª Mar (2020). Manual de interpretación del tarot con los 78 arcanos. Obelisco.
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ARCANO 10 
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